Curva de aprendizaje y programa de inducción

Curva de aprendizaje y programa de inducción

Si pensamos en la generación de valor en empresas de servicios, tenemos que pensar en la generación de Procedimientos, Estándares, Normas, Manuales, Software de Gestión y todas aquellas Herramientas y Elementos que hagan posible la Calidad del Servicio y la Generación de Rentabilidad, independientemente sea el nombre y el apellido de las personas que cubran los puestos de la organización.

Existirán personas con mayores “Conocimientos Técnicos” y con mejores “Competencias y Habilidades” que otras, que harán que la empresa sea más o menos competitiva que otra. Pero no es admisible para un inversionista que las claves de éxito estén en las personas sino en los procedimientos.
Existen muy pocas probabilidades de que un inversionista quiera participar en una empresa en donde la clave de éxito puede no estar mañana por enfermedad o por haberse ido a la competencia o por cualquier otra razón.

Por otra parte nos encontramos en países con muchas fluctuaciones y en un mercado híper-competitivo. Esto genera muchos altibajos en los volúmenes de producción y requiere que las empresas desarrollen una alta capacidad de adaptación a los cambios y por sobre todas las cosas, que sean “Muy Dinámicas”; por ejemplo: que puedan ser diez profesionales produciendo y que al mes siguiente sean cincuenta profesionales y que cuatro meses después, producto del mercado, puedan reducirse a veinticinco. Muchas empresas recurren a la terciarización del servicio, solución que no se escapa de este análisis.

La única forma de lograr eficacia y eficiencia en ésta dinámica de la estructura organizativa es TRABAJAR SOBRE LA CURVA DE APRENDIZAJE.
En el afán de REDUCIR LOS TIEMPOS DE APRENDIZAJE es que surge necesaria la existencia de un “PROGRAMA DE INDUCCIÓN”, en el cual se redacte el plan de acción de la estrategia de inducción que tiene la compañía y que, a partir de un detallado estudio por especialistas, se logren distinguir que conocimientos se requiere que una nueva incorporación o que un proveedor (tercearizado) necesita tener para comenzar a ser productivo.