Mi gato se está quejando! (el de Schrodinger)

Mi gato se está quejando! (el de Schrodinger)

Cada vez que me encuentro con una situación difícil o un desafío serio, recurro a una frase que me ayuda a disolver cualquier creencia que limite mi capacidad, posibilidad y merecimiento del logro: “el gato está vivo y muerto”. Esto me ancla a una estructura que despierta creatividad para buscar soluciones alternas y vías diferentes hasta las allí encontradas. El gato al que me refiero es el de Schrodinger.

Erwin Schrodinger fue un científico de la física y la biología, que, en los años 30, diseñó un experimento para demostrar la estructura de variables en el resultado final de un evento no observable. Esto lo hizo para demostrar su teoría de la juxtaposicion:

A nivel atómico, un átomo puede estar en dos lugares al mismo tiempo.

Schrodinger quería probar que dos resultados se pueden producir de forma simultánea.

Ya sé, suena a granola, pero busquemos su aplicabilidad en el día a día. Después de todo, Schrodinger ganó un premio nobel. Debe haber sabido a donde se estaba metiendo.

El experimento consistía en introducir un gato dentro de una caja de plomo por una compuerta, cerrar la compuerta para que quedase completamente sellada y observar el resultado. Dentro de la caja existe un dispositivo que contiene material radioactivo en decaimiento. En cualquier momento el material dispara un electrón. Si se dispara hacia un lado, pasa un swiche para emitir gas venenoso que mata instantáneamente al gato (en ésa época no había PETA), si dispara hacia el otro lado, pasa un swiche que abre un compartimiento con comida para el gato.

Al cerrar la compuerta de la caja, Schroedinger determinó que el gato está vivo y muerto al mismo tiempo. Esto se mantiene así hasta abrir la caja. El acto de observar el resultado final es el que permite determinarlo en la realidad, pero hasta ese punto, el gato estaba vivo y muerto a la vez. Paradojas de este tipo han llevado a investigadores a concluir que existen infinitas vías de ejecución que están presentes, pero sólo observamos un camino, que está aislado de la demás.

Múltiples resultados existen para cualquier situación. Nuestra estructura interna determina las decisiones que tomaremos para caminar la vía. Pero nunca es la única. Siempre hay otras vías. Algunas situaciones donde el gato está vivo y muerto son:

Antes de una visita de ventas a un cliente

Antes de un encuentro deportivo

Dudas en una relación de pareja

Realizando un proyecto

Un exámen final

Inversiones en la bolsa de valores

Antes de agarrar una ola

Antes de preparar una comida

Construyendo un nuevo hogar

Esto nos lleva a las infinitas posibilidades de acción que cada uno posee para alterar un resultado esperado o una meta. Interactuamos con el sistema externo e interno y manifestamos estructuras que serán congruentes con el ambiente que nos rodea. En cuatro partes este proceso contempla:

Tu estructura define que decisión vas a tomar en un momento dado. Esa estructura está compuesta por lo que crees en ese momento. Eso que crees se alimenta de tus pensamientos . DECIDES la acción a tomar para así vibrar en la frecuencia del camino que tomaste, atrayendo entonces lo que consigues. Un gato vivo o muerto, las dos posibilidades siempre presente. Tú decides.

Con todos los recursos enfocados hacia el resultado final, la inversión de tiempo y energía es más efectiva y menos desgastante. Las siguientes preguntas te pueden dar pistas de cuál es el plan de acción adecuado para enfrentar esa situación donde el gato se esté quejando porque ya no puede vacilar…

- En que áreas de tu vida enfrentas situaciones con varios escenarios?
- Con que energía emocional evalúas cada escenario?
- Cuál está empujado por temor? Qué hay acerca de ese temor?
- Que estás resistiendo?
- En que planeta vivirías si ese pedazo de código generado por las respuestas 2,3 y 4 NO existiese?
- Cuál resultado te ofrece mayor paz? Que hay acerca de esa paz?
- Que vas a hacer para acercarte a la frecuencia del resultado más atractivo para ti?
- Cuando tomarás esa acción?
- Que vas a dejar de hacer?
- Que puedes aprender de esto?

Solo tú tienes la capacidad de decidir lo más alineado a tus criterios. Reflexiona acerca de éstas preguntas y descubre cuál es tu punto palanca que impulsará tu vida a nuevos niveles de efectividad, bienestar, pasión y energía. Con una consciencia poderosa enfocada a tu resultado final tendrás una nueva manera de marcar tu curso de viaje con claridad y foco así crear la realidad que realmente deseas.