Gerentes comandantes de Pequeñas y Grandes naves

Gerentes comandantes de Pequeñas y Grandes naves

Quienes me siguen en el blog y las propuestas de management, saben que insisto en la importancia de crear y aplicar protocolos de acción en las empresas. Es que hay una pregunta básica que debemos hacernos: ¿Para qué gastar energía y tiempo pensando cien veces lo que se puede pensar una vez? Una experiencia que tuve en la semana se relaciona con esto y me pareció bueno compartirla con ustedes.

El lunes acudí a uno de los simuladores de vuelo de ASG Training Center (Munro, Buenos Aires). Allí tienen una réplica de cabina de un Boeing 737 NG. Cuando tomás los comandos realmente sentís que estás dentro de un avión de aerolínea.

Además de los instrumentos y temas de seguridad aeronáutica, Lucas (el instructor y excelente tipo) tomó una copia del “checklist” que usan los pilotos antes de emprender el vuelo y me instruyó sobre cuál es la forma correcta de implementarla y por qué se le debe prestar especial atención. Para que tengan una idea, acá subí el fragmento de una similar.











Tanto en un Boeing 737 como en un pequeño Cessna 172, las listas de chequeo están a la orden del día y son protocolos fundamentales para garantizar un viaje seguro (¿Para qué gastar energía y tiempo pensando cien veces lo que se puede pensar una vez?) Ningún piloto, por más horas de vuelo que tenga, puede obviar el chequeo de este listado cada vez que va a comenzar su navegación. Con esto quiero mostrar que en las PyMEs también son perfectamente aplicables estos mismos criterios aunque muchos de sus dueños aún no los crean de importancia. Los protocolos en las compañías no solo nos evitan olvidar pasos importantes, sino que nos ahorran neuronas para poder aplicarlas en otras cuestiones más creativas e innovadoras (para crear futuro).

La improvisación requiere de energía, tiempo y conlleva altos márgenes de riesgos evitables. El empresario latinoamericano de hoy puede aprender mucho observando ejemplos como este de la aeronáutica (actividad que lleva más de 100 años profesionalizándose) para aplicarlos en su propio quehacer diario.

No veo entonces razón para que aún hoy, muchos gerentes sigan dirigiendo sus equipos de trabajo sin protocolos de acción que garantizan los resultados, dejando todo a la buena voluntad (o no) de las personas. No olvides que un vuelo también es una empresa: una empresa que aplica protocolos también para planificar, despegar y aterrizar con éxito.

¡Aprovecho para agradecer al staff de ASG por la buena predisposición con la que me ayudaron a despegar desde Ezeiza y aterrizar en Aeroparque!