Indígnese, coño !!!

Indígnese, coño !!!

Claro que sí. Indígnese. Cabréese. Proteste. No se quede impasible ante las cosas que no le gustan. Haga lo que esté en sus manos para cambiar lo que no funciona bien. Eso sí: indígnese "con sentido común" ¿Que quiero decir con esto?

Veamos. Es sabido que nuestros pensamientos condicionan nuestras emociones y nuestro comportamiento. Si nos enfocamos a pensamientos negativos (indignación) veremos como afloran emociones del mismo signo (ira, tristeza) y como nuestro comportamiento se vuelve pasota y nos invade una enorme sensación de impotencia. Y lo que es peor; la sobreexposición continuada a estas emociones negativas va a tener secuelas en el estado físico, no sólo en el anímico. Podremos padecer malestar de estómago, quizá alguna úlcera, psoriasis, quizá nos comience a caer el pelo, podríamos incluso desarrollar un tumor, etc. Todo esto está comprobado científicamente.

Dicho lo cual... ¿por qué les sugiero, entonces, que se indignen? La indignación es positiva si la dirigimos hacia cosas que podemos cambiar, como por ejemplo, hacia ¡¡nosotros mismos!! Cabrearse frente al mundo en general no conduce nada más que a padecer los problemas de salud que describí más arriba, y encima sin solucionar nada. Tenga en cuenta que las personas son muy difíciles de cambiar, y mucho más cuando pretendemos hacerlo con presión emocional. Quizá en alguna ocasión sí logremos un mínimo avance, pero el desgaste al que vamos a someternos nosotros mismos es infinitamente mayor que el beneficio que obtendremos.

Lo realmente positivo es indignarnos contra nosotros mismos; cabrearnos por aquellas cosas que hacemos de modo deficiente y volcar toda nuestra ira contra nuestro modo de comportarnos. Solamente así tendremos razones para plantear mejoras, mejoras que nos permitirán evolucionar como personas, que nos colmarán de satisfacción y que mejorarán nuestra propia autoestima. Si no nos enojamos contra nosotros mismos y damos por buenas todas las cosas que hacemos (aun a sabiendas que podemos mejorarlas), estaremos reforzando nuestra zona de confort y retrocediendo en una sociedad que va para adelante. Nos estaremos quedando en "fuera de juego".

Resumiendo; mi consejo es que se indignen todo lo que puedan, pero contra ustedes mismos. Indignarse frente a los demás les va a desgastar inútilmente, en lo psíquico y en lo físico. Incluso puede deteriorar sus relaciones con terceras personas, incluyendo su propia familia. ¿Quien quiere convivir con un tipo alistado al "club de la queja"? Por contra, si nos cabreamos contra nosotros por hacer las cosas de modo mediocre, estaremos autoexigiéndonos una mejora constante y planteándonos retos. Y si los logramos, reforzaremos nuestra autoestima y nuestra autoconfianza. ¿Se puede hacer algo mejor que indignarse contra uno mismo?


Un cordial saludo