El Líder, un ejemplo a seguir.

El Líder, un ejemplo a seguir.

La palabra Líder encuentra su origen en la partícula “Lid”, y ésta proviene del latín: lis – Litis. Su significado original es: disputa, proceso o querella.

De acuerdo al origen etimológico de la palabra, podemos ver que Líder es quien inicia o se encuentra en medio de una querella, disputa o proceso.

La palabra Líder, en el concepto cotidiano, se expresa con un verbo: Guiar, y, a mi entender, aquí está completo el concepto: Aquel que sale exitoso de un proceso, de una querella, de una disputa, y sirve de guía a otros para que emulen su experiencia.

La palabra éxito, su origen es exit: salida, actualmente asociamos éxito con realización personal, conquista de bienes materiales e inmateriales, logros, concreción de objetivo.

El líder es aquel que sale de una disputa, querella o proceso, pero con realizaciones, con una buena carga de endorfinas de “salir” de esa situación pero glorioso, triunfante.

Se puede ser líder sí, pero no de cualquier área de la vida, Winston Churchill fue un líder que protegió a su país de la invasión nazi, pero era un desastre en el cuidado de su salud, se puede ser líder después de haber ganado algunas batallas, para salir airoso de una situación se necesita desarrollar virtudes, habilidades, cualidades, competencias, un ser humano que ingresa a una situación tal, y sale airoso no es el mismo ser humano que entro en ella.

El líder es un ejemplo a seguir: Sabe cómo alcanzar una meta, como campear la adversidad, como reponerse a la tristeza, la desazón, incluso a la depresión, sabe cómo controlar su miedo, sus temores, y por sobre todo, es consciente que para muchas personas en un ejemplo, es una luz, por lo tanto cuida mucho su actuar, nace en el amor, traducido como el cuidado que prodiga a aquello a quienes lo siguen.

A un líder no hay que darle un grupo o un equipo, eso se hace con el jefe, el líder es un imán, producto de ese desarrollo interior, y quien le asigna el grupo o el equipo es la propia vida, a través de la ley de sincronicidad.

El mundo necesita líderes, que caminen el sendero, no que hablen de como caminarlo, que se venzan a sí mismo, antes que pedirle eso a sus seguidores, es aquel que no busca tener más seguidores, sino fortalecer y acrecentar su ejemplo para que sea visto desde más lejos.