LA MENTORIA TIENE CADA DE MUJER

LA MENTORIA TIENE CADA DE MUJER

Me encanta cuando escucho hablar de la historia de la mentoría, porque aunque está asociada a Mentor, que es el sabio que en la Odisea, acompaña a Telémaco en su travesía, en realidad Mentor es el cuerpo que Atenea, la Diosa de la Sabiduría Griega, toma para poder comunicarse con Telémaco, por lo que podemos ver que desde los inicios se ha asociado el concepto de sabiduría a una mujer y por ello es que comienzo diciendo que la mentoría tiene cara de mujer.

Cuando lo pienso, después de conocer esta hermosa historia de Telémaco, Mentor y Atenea, creo que la mentoría me ha acompañado desde siempre, dejando señales en mi vida, cuando estudiaba la secundaria y llego el turno de ver en historia la cultura griega, la maestra, que con el objetivo de hacer más entretenida la clase nos pedía montar pequeñas obras en el salón, resulta que el papel que me correspondió desempeñar fue precisamente, el de Atenea, así que como diría Deepak Chopra en su libro Sincrodestinos, todo son señales.

¿Quién diría que ser mentora sería una de las actividades más gratificantes que me ha permitido la vida desempeñar?

Por eso, me inspira a hablar de la mentoría desde la perspectiva femenina y creo que por eso me refiero más a “la mentoría” en lugar de “el mentoring”, en fin, cosas de mujeres.

Entendiendo que la mentoría, es un servicio profesional en el cual un mentor o mentora acompaña a un mentorado para aportarle aprendizajes desde una experiencia vivida, lo cual le permite acortar su curva de aprendizaje, contar con más mentoras para más mentorados, que contribuya al empoderamiento de ambas, considero que es vital.

Es precisamente aquí, donde valorando el papel cada día más evidente de las mujeres en el mundo empresarial, social, político, etc., hablar de contar con mentoras que acompañen mentorados, se me hace sumamente valioso, debido a ese entendimiento que se da entre las mujeres por el hecho de compartir los diferentes roles que desempeñamos en nuestras vidas.

De acuerdo con una encuesta realizada por Mba América Economía, las mujeres valoramos mucho los programas de mentoría por los siguientes motivos:
Por el progreso que se logra el 77% de las encuestadas.
Por la mejora de la confianza el 63%.
Por la posibilidad de aprender del éxito de otra persona el 62%.

Además de que consideramos como principales atributos el que un mentor en un programa ejecutivo debiera cumplir que sea de la misma posición que el mentorado o de una posición superior, que realmente pueda aportar desde haber ocupado ya la posición que actualmente ocupa el mentorado.

Imaginemos ahora la importancia que para las mujeres tiene que ese mentor, también este viviendo o haya vivido los otros roles que una mujer vive, como ser esposa, hija, madre, hermana, etc.

En mi experiencia, el trabajar con mujeres me ha permitido conocer no solo a la emprendedora, empresaria, funcionaria, ejecutiva, etc. sino también al ser humano integral, conocer incluso sus hijos, su familia, situación que no siempre se da con los hombres. De ahí la propuesta de poder contar con programas de mentoría de mujeres para mujeres. Se podría dar un mejor entendimiento de doble vía entre las mentoras y las mentorados, porque ese acompañamiento no solo impactaría en lo profesional sino también en lo personal.

Las mujeres en el papel de mentoras, tenemos un peculiar desempeño, por ciertos rasgos que todo mentor debe tener y que, en la personalidad femenina, se perciben de mejor manera, porque hay que agradecer las benditas diferencias entre los hombres y las mujeres, que nos hacen los compañeros perfectos. Algunos de estos rasgos que son muy valiosos para la mentoría son:

El ser maestra, esta es una vocación muy común entre las mujeres, el acompañar y aportar para que el mentorado adquiera conocimientos y desarrolle habilidades y destrezas.
El ser modelo positivo de inspiración, para una mentorado, contar con una mentora que no solo le permita aprender y crecer en lo profesional sino como ser humano integral con sus respectivos roles, se da de mejor manera, si quien nos mentorea también es un ser integral que inspira.
El ser compañera y para eso las mujeres nos pintamos solas, somos más sociales, históricamente siempre hemos estado en grupos. Así que acompañar y sentirnos acompañadas es algo que se nos da de manera muy natural.

En un estudio reciente desarrollado por McKinsey & Co. y LeanIn.org se encontró que las mujeres ejecutivas no ascienden tan rápido a gerencias como sus colegas masculinos. Y como resultado de ello es menos común encontrar mujeres mentoras que guíen colaboradores más jóvenes. En este mismo estudio, también se habla de que, dadas las diferencias entre los hombres y las mujeres, e incluso en la forma en que somos educados, los hombres son más agresivos y asertivos y las mujeres más sumisas y cuidadoras, por lo tanto, las relaciones entre el mentor y el mentorado son completamente diferentes si son hombres o mujeres.

 He tenido la fortuna de vivir la experiencia de emprender desde muy joven y poder acompañar a muchos emprendedores, hombres y mujeres, con deseos fuertes de alcanzar el éxito en sus respectivos proyectos y la relación que se da en estos procesos de mentoría es muy cercana, en donde, de lo más importante es que se de conexión, una conexión de almas, en donde si es más sencillo, que las mujeres estemos trabajando un poco más en estos temas, que los hombres.

Las mujeres ponemos alma, corazón y vida en las actividades que desempeñamos y cuando se trata de ser mentoras, esto se resume en lo siguiente:

Experiencia en el campo en el que colaboramos.
Pasión por compartir esa experiencia.
Compromiso con el mentorado y su proyecto.

Es por ello, que una de mis propuestas es que se diseñen programas de mentoría de mujeres para mujeres, no porque los mixtos no funcionan, sino porque logramos un mejor entendimiento y también empoderamiento de nuestras mentorados, además de que permite que se inspiren en ellas también convertirse en el futuro en nuevas mentoras y compartir, lo que genera una espiral de crecimiento, en donde se gana dando y compartiendo.

Si tu eres mujer y estás leyendo esto, te aseguro que en muchísimas ocasiones has sido mentora, pero seguramente empírica, convierte esta hermosa práctica en un desempeño profesional, acércate a la Red Global de Mentores y comienza una carrera profesional como mentora, certifícate. Somos una gran comunidad y las mujeres tenemos un papel muy proactivo, te estamos esperando.

Rosalinda Pizarro Santos
Mentora de Mentores
Vicepresidente Red Global de Mentores